sábado, 22 de diciembre de 2007

Cuando la miel sabe a vino

Un dia de diciembre, acostado en el pasto, ojos hacia el cielo, compañía a mi lado, a la sombra de un árbol y una rama moviendose que parecia saludarme. No le tome importancia y cerre los ojos un momento, el aire se tornaba diferente, ¿que tiene esta mujer?... que me hace tener esa polaridad de emociones que solo yo reconosco y que me llevo hacia muchos años atrás donde los primeros frutos del deseo se hacian presentes, el miedo y la excitación juntas. Como la noche de mi primer beso, el primer roce, la primera caricia, las primeras palabras, las primeras miradas... el juego... si, ese juego que transcuye a lo largo de los primeros dias de enamoramiento en donde 2 personas buscan conocer cada pequeño detalle sobre la otra.

Me juzgo yo mismo y dudo si estar en lo correcto o no, y salen esas situaciones en que no se entiende lo que quieres y mas que aclarar logras confundir a la otra persona.

Pasa un rato y luego mi mente cambia completamente, me olvido de lo que piense mi otro yo y en el acto mas egolatra me transformo en un niño jugando juegos de adultos. El deseo de explorar.

Sin embargo, no busco autosatisfaccion como muchos lo hacen, sino estabilidad espiritual para mi y mi pareja, no me acuerdo desde esa vez que empece a ver las cosas así, creo que unos 4 años. Fue en ese entonces que empece a experimentar con mis deseos y mi psiquis hasta el punto de hacer cosas que nisiquiera me atrevo a escribir aqui.

Luego recordando, me siento mal pero a la vez no las cambiaria por nada del mundo, toda experiencia sirve en este mundo, ¿y porque nop? en mi mundo interior tb, sip, ese que estoy metido 23 horas al dia por si algunos no se dan cuenta...

Mujeres, no puedo vivir con ni sin ellas

2 comentarios:

° ° purplecat ° ° dijo...

el, el que nop puede vivir sin mujeres...ja!

bonita tu paginilla..jajaj

chau

MaLu Nóchez dijo...

muy interesante, pero creo que todo ese miedo es inevitable, y preciso en todo momento, sirviendo como indicador para lo que realmente vale la pena...o es que acaso no son los mejores momentos en nuestra vida, los que minutos antes nos producen todo tipo de miedos y expectativas?...solo una de las cosas que nos provee ese pequeño instante que llamamos vida =)!